estar ahí permanecer
como yuyo lo indeseado
que crece en los jardines
más cuidados tener
la irreverencia de ser
donde no nos interpelan
la destrucción de la huerta es el síntoma
de un gobierno que piensa la ciudad como su jardín.
cuando arrasa
las hojas irregulares, las plantas enmarañadas, los frutos que crecen
azarosos,
amputa el desorden.
concilia su sueño de baldosas grises.
esas no tiñen los pies ni los embarran. son pulcras. e indistinguen todo andar y todo
espacio.
borran los rastros de la albahaca y la menta.
las veredas planas del olvido.
como los frutos, los cuerpos que andan azarosos deben extirparse de la ciudad.
nada puede crecer
en las calles.
ni un zapallo, ni una idea, ni una amistad.
la calle no es un frutal.
la cadencia geométrica de las baldosas marca el ritmo de lo predecible.
preserva el desplazamiento rectilíneo.
minimiza la exposición –abismal- de quienes deben circular.
amortigua el peso de lo común, extiende el espacio privado.
ordenar es aplacar el riesgo de lo que acontece.
el encuentro con un cuerpo doliente,
hambriento, desabrigado, fulgura un segundo de incomodidad
en la conciencia de lxs buenxs ciudadanxs.
la visibilidad de la pobreza en el espacio urbano desquicia el paradigma
de la ciudad espectacular, hecha para el goce visual.
la ciudad bella no se habita, se transita.
es museo, lo que se atraviesa y no se toca.
las baldosas no se huellan, no hay trayectorias.
el encuentro con el otro, con el pobre, agrieta ese ser-todo-ojos. reclama
un cuerpo e incita la experiencia. la eficacia
del discurso massmediático de la inseguridad está en garantizar que eso que aflora sea
únicamente miedo.
el miedo es el dispositivo
que reasegura el paso ordenado por la ciudad.
es el mínimo de experiencia
que inmuniza contra la experiencia.
Hermoso, muchas gracias por el rato
ResponderEliminarGran poema naty, comento aunque participo del taller.
ResponderEliminarEl miedo es el mensaje.
En las calles, en el andar con mirada y paso indeterminado, se encuentran las huellas. Aquél que desea ver, tocar...los cuerpos que la autoridad prefiere ocultar.
ResponderEliminarGracias por esta hermosa pieza
Sante!